Hay días que es mejor quedarse en la cama...
Me he levantado y he ido a recoger el microondas de mi madre que se encontraba en el servicio de reparación. He dejado el coche aparcado en un vado y me he metido a la tienda, he esperado mi turno nervioso por si algún coche necesitaba salir o entrar al vado que yo había invadido.
Por fin me toca, pago 25 euros de reparación y cargado con el muerto. Llego al coche, me las ingenio para abrir la cerradura con una mano y con la otra sostener el aparato. Conseguido. Voy al maletero y pruebo la misma y eficaz técnica. Con un brazo alcanzo el maletero y con el otro sostengo el electrodoméstico cuando en una fracción de segundo una ventolera da en mi cara y zass se me empieza a resbalar el micro hacia un lado sin poder remediar el choque contra el suelo. Se esparcen sobre el asfalto pequeños cristales de la puerta y a descolgarse el botón giratorio de los minutos y el de la temperatura... Cago en...